He realizado este análisis teniendo en cuenta los datos obtenidos en las encuestas que hemos pasado a alumnado, profesorado y familias, así como los datos recogidos en el Informe sobre la Sociedad de la Información de Telefónica en Enero de 2014 y en el estudio El perfil sociodemográfico de los internautas españoles (ONTSI. Enero 2014).
En general, lo más significativo es que, grosso modo, 9 de cada diez encuestados (sin distinción entre alumnado, profesorado y padres/madres) acceden a Internet desde casa, utilizan dispositivos móviles con conexión a Internet y utilizan la aplicación de mensajería Whatsapp. Esta proporción baja a 7/8 de cada 10 en el uso de RRSS, donde las familias y el profesorado son menos activos que el alumnado (con una diferencia porcentual de unos 10 puntos).
Si comparamos estos datos con los ofrecidos en el estudio El perfil sociodemográfico de los internautas españoles (ONTSI. Enero 2014), el dato más significativo, a mi juicio, es que en el año 2013 la población mayor de 16 años que tenía acceso a Internet suponía un 70% aproximadamente, con lo que podríamos concluir que el acceso de la población a Internet ha crecido significativamente en los dos últimos años. Estas diferencias, tal y como recogen otros estudios como el anteriormente citado, creo que deben interpretarse como la expresión del acelerado acceso a Internet que se está experimentando, no ya en los últimos años, sino en los últimos meses.
Por otra parte, la encuesta muestra que entre 8 y 9 de cada 10 de nuestros encuestados accede diariamente a Internet, dato que coincide con el recogido en el Informe sobre la Sociedad de la Información de Telefónica en Enero de 2014 (más del 90%). Son datos consistentes y coherentes con una realidad que todos observamos diariamente: los dispositivos de acceso a Internet se han multiplicado exponencialmente, especialmente en el caso de los smartphones, con lo que también se multiplican las oportunidades de acceso y la necesidad de acceder.
A pesar de esto, y según los datos que aporta el estudio El perfil sociodemográfico de los internautas españoles (ONTSI. Enero 2014), España está ligeramente por debajo (un 7%) de la media europea de hogares con acceso a Internet de banda ancha. También hay que destacar que, en relación con el nivel sociodemográfico, este estudio señala que hay una relación directa entre los ingresos económicos, el núcleo de población y el porcentaje de usuarios de Internet, siendo los jóvenes los que más usan Internet, lo cual es congruente con los datos recabados en nuestra encuesta.
Los datos que arroja el cuestionario sobre uso de RRSS son coherentes con los aportados hasta ahora, incluso teniendo en cuenta que la proporción se reduce ligeramente desde un punto de vista general. El alumnado mantiene una elevada participación, siendo el profesorado y las familias, especialmente estas últimas, las que cuentan con un menor porcentaje de perfiles en este tipo de redes.
Nuestras encuestas arrojan que Facebook es la red social más utilizada por todos los sectores que han participado en las mismas. A este respecto (y como cabía suponer) el alumnado utiliza muy poco sus redes sociales (Facebook, twitter y tuenti, por este orden) con fines educativos, dándole más bien un uso lúdico y/o social.
Es evidente que, después de este somero análisis, hay que concluir, por una parte, que el uso de Internet en todos los ámbitos de nuestra vida diaria es imparable y, por lo tanto, también en educación; por otra, cabe añadir que las RRSS experimentan también un ascenso tan vertiginoso como imparable, siendo, diría yo, no ya recomendable, sino irrenunciable su uso educativo.
Después de comentar estos datos con mi alumnado, lo que más me ha llamado la atención es, en primer lugar, que éstos infrautilizan el uso formativo y educativo de Internet y las RRSS en beneficio de una utilización más lúdica y social. Además, y a pesar de la filosofía generada en torno a los "nativos digitales" y/o "residentes digitales", las habilidades de nuestro alumnado en este mundo son más bien de carácter técnico o instrumental, careciendo de otras de carácter intelectual y emocional, más relacionadas con la construcción de su personalidad e identidad, que sin duda deberían potenciarse desde las escuelas y los institutos.